Jon Fosse y su técnica para decir lo indecible
Con una narrativa a la búsqueda de lo absoluto, el noruego Jon Fosse ha sido galardonado con el último Premio Nobel de Literatura por «sus obras innovadoras y su prosa que dan voz a lo indecible».
«La filial», de Dovlátov: todo es verdad
Uno de los rasgos más definitorios de la escritura de Serguéi Dovlátov: convertir en ficción todo aquello que encontraba en su agitada vida. «La filial» no es una excepción.
San Juan de la Cruz: «Cántico espiritual. Poesía completa»
San Juan de la Cruz es un caso único como poeta y como místico. No solo compuso cimas líricas, sino que además las aclaró y con ello produjo un material de valor utilísimo también en prosa.
«Novelas que dejan huella», de Hilario Mendo
El autor analiza la trayectoria de cada novelista y sitúa en contexto y comenta las obras con un propósito divulgativo.
Stefan Zweig: vida y muerte de un impaciente
Luis Fernando Moreno Claros ofrece en este artículo un entrante «de autor» a la biografía «Stefan Zweig. Vida y obra de un gigante de la literatura» que acaba de publicar la editorial Arpa.
La literatura y sus fantasmas
La primera regla del narrador es creer en la autenticidad de lo que cuenta, afirma Sergio Ramírez en este artículo que leyó como ponencia en las I Jornadas de Literaturas Hispánicas. Lo importante es que la veracidad quede establecida frente a los ojos del lector.
Necesitamos la literatura porque hace que nos sintamos menos solos
"¿Por qué estoy yo en esto de la literatura y no en otras cosas? Por mi amor ilimitado e infatigable por la vida", afirma el poeta y escritor.
Iris Murdoch: la soberanía del bien sobre la belleza
Para Murdoch, el buen arte es religioso y encarna las más elevadas percepciones espirituales de una época. El arte de más calidad puede explicar de algún modo el concepto de religión a cada generación.
La larga sombra de Pío Baroja
El autor, catedrático de Literatura y crítico de libros, resalta tres aspectos de la influencia que ejerce Baroja ("escritor actual" según Eduardo Mendoza): la ruptura de la retórica decimonónica; la aproximación de la ficción a la vida, al supeditar el argumento a la sucesión azarosa de acontecimientos; y el formato híbrido de la novela (suma de narración, ensayo, arte, biografía o diario) tan de moda en nuestros días.
Qué leer para ser mejor escritor
La proliferación de talleres de escritura demuestra el creciente interés por la creación literaria y, a la vez, la dificultad para lograr el éxito. La gran pregunta es si se puede enseñar algo que requiere dosis de inspiración y, sobre todo, de trabajo. En este artículo se recogen obras que han abordado los secretos de ese arte así como consejos de grandes autores para quien desee intentar esa aventura.
Rubén Darío: el solista y la orquesta
Rubén Darío no es solo uno de los más grandes poetas de la lengua española. Es también un magnífico promotor de la educación. Cuando se despide de Nicaragua en 1908, lo que recomienda a los jóvenes, más que hacerse poetas, es aprender las artes liberales, de provecho para el avance del país.
La modernidad desolada de «La tierra baldía»: Centenario del poema de T. S. Eliot
LITERATURA / "La tierra baldía" (en inglés, The Waste Land), de T. S. Eliot, está considerado uno de los poemas más significativos del siglo XX. Coincidiendo con el centenario de su publicación, en octubre de 1922, el autor de este artículo analiza a fondo el poema, que considera el «más emblemático, innovador, enigmático y oracular» del siglo XX.
«Klara y el Sol», nuevo reto de Kazuo Ishiguro para el lector
La literatura de Kazuo Ishiguro no solo entretiene, reta al lector. En «Klara y el Sol» (Anagrama), con ocasión de un robot, el autor profundiza en el significado del perdón, la soledad, la aceptación de la muerte y lo irrepetible de cada ser humano.
«La anomalía»: la realidad duplicada en la ultima novela de Hervé Le Tellier
El autor francés, Premio Goncourt, aborda un asunto que desde el mito de la caverna de Platón, ha hecho reflexionar a la filosofía y a la ciencia. El juego literario de esta novela sirve en bandeja algunas reflexiones sobre las vidas contemporáneas: la dudosa realidad de internet, la violencia machista, la inestabilidad sentimental, la violencia o las mentiras políticas.
«Encuentros con los libros», el taller literario de Stefan Zweig
La pasión del escritor austriaco Stefan Zweig (1881-1942) fue concentrar, en pinceladas o en libros monográficos, el significado y las cualidades, de grandes de la literatura. En “Encuentros con los libros” Knut Beck recoge diversos ensayos críticos de Zweig sobre figuras como Goethe, Joyce o Thomas Mann, sobre la literatura y su experiencia intelectual como lector.
José Saramago, un ensayista que no escribe ensayos
El éxito internacional de El hombre duplicado, su última novela, ha vuelto a provocar una catarata de intervenciones públicas del escritor portugués. Desde hace años, pero especialmente desde que en 1998 obtuviese el Premio Nobel de Literatura, Saramago ha multiplicado su presencia activa en los medios de comunicación (en unos más que en otros), recuperando la figura del escritor comprometido —confusa etiqueta ideológica que siempre apunta en la misma dirección, ya que sólo se puede ser comprometido si se es de izquierdas—. Y Saramago lo es, sin fisuras: «Soy comunista y no encuentro ningún motivo para dejar de serlo».
«ME SIENTO VERDADERAMENTE MAL EN ESTE MUNDO»
En las entrevistas, ruedas de prensa y presentaciones de libros, Saramago suele hablar un poco de literatura —lo justo— y mucho de política. Disfruta cuando le piden su opinión sobre todo tipo de cuestiones sociales, políticas y económicas, pues ello le permite, dice él, subrayar su compromiso ético como ciudadano. Eso sí, su inamovible comunismo, nada alegórico, traspasa todos los comentarios. Por lo general, en sus intervenciones le sale una perseverante faceta visionaria y apocalíptica que, además, consolida su imagen de escritor pesimista, lo que le viene muy bien para destacar literariamente su filiación kafkiana. «Hemos llegado al fin de una civilización», ha comentado lacrimógenamente en más de una ocasión. Sobre su visión del mundo, suele responder: « ¿Que cómo es la percepción que tengo del mundo? La peor que cada uno de ustedes tenga del mundo siempre será mejor que la mía».
Este cansancio vital tiene, en su caso, unas concretas raíces políticas: «La democracia es una falacia», dice; «Los Gobiernos son los comisarios políticos del poder económico», «La explotación ha alcanzado una exquisitez diabólica», «El neoliberalismo es un nuevo totalitarismo, disfrazado de democracia», «La globalización económica es incompatible con los derechos humanos» —así ha expresado algunas de sus convicciones políticas—. Su alternativa política tiene nombres y apellidos: Fidel Castro y el movimiento antiglobalización. «En Cuba se mantiene la esperanza en el ser humano», sostiene.
Delante de un micrófono, no tiene reparo en opinar de todo. En su visita a Palestina, comparó la política de Israel con los campos de exterminio de Auschwitz y Buchenwald. A la pregunta sobre los libros de Harry Potter, se despachó diciendo que el éxito se debe a «una necesidad de relacionarse con lo sobrenatural, algo que también se nota en la multiplicación de sectas religiosas». También son conocidas sus reiteradas opiniones contra la Iglesia católica y su identificación con una visión del mundo radicalmente atea: «Dios, definitivamente, no existe. Y si existe, es rematadamente imbécil. Porque sólo un imbécil de ese calibre se habría dispuesto a crear la especia humana como ésta ha sido, es y será».
Esta imagen pública, combativa y conflictiva, ha contaminado su faceta como escritor, a pesar de que Saramago, en su literatura, se aleja bastante de los presupuestos del realismo socialista. «No recuerdo haber escrito una sola palabra que estuviera en contradicción con mis convicciones políticas, pero eso no significa que alguna vez haya puesto la...