Deux France

Dos pesos fuertes de la política y el pensamiento de la actualidad francesa dialo­gan en el libro "Deux France": Alain Minc y Philippe Seguin.

Les Elemens

Les Elémens,
de Jean-Féry Rebel
Alessandro,
de Christoph Willibald Gluck
Sonata en Mi m,
de Georg Philipp Telemann
Musica Antiqua Koln
Director: Reinhardt  Goebel
ARCHIV. 445 824-2. DDD

Habitat II, la próxima conferencia mundial de la ONU

La próxima Conferencia Mundial de la ONU se ocupará de las ciudades y del "desarrollo urbano sostenible". Pero, naturalmente, hay en juego muchas otras cuestiones candentes.

Diez medidas para un programa de reforma de la administracion pública

La antigüedad del modelo de Administración pública, la inconsistencia de los cambios ensayados y la política clientelista -que favorece a los servidores públicos de aluvión (político) frente a los funcionarios profesionales más cualificados- hacen necesario un programa de reforma que trate de hacer compatibles la transparencia en la gestión con la eficacia responsable.

José del Rio Sainz

José del Río Sainz estudió Náutica en su ciudad natal y navegó durante muchos años como capitán de barco, aprehendiendo la variedad del mundo y la inanidad de las cosas. Se dedicó más tarde al periodismo. En el ínterin, había ido publicando libros de poemas como "Versos del mar y de los viajes" (1912), "La belleza y el dolor de la guerra".

Manuel Machado

Sin Manuel Machado (1874-1947) y sin Borges no es concebible la poesía española del fin de siglo. Su huella es perceptible en Julio Martínez Mesanza, Miguel d'Ors y Jon Juaristi, la tríada capitolina de nuestra lírica contemporánea.

La España en que yo creo

La labor intelectual que se propone el libro "La España en que creo" de José María Aznar es tan difícil como necesaria: escoger y recoger un par de docenas de discursos mayores que resuman cabalmente el pensamiento de la derecha moderada española, tal como lo entiende su autor.
Carlos V, pintado por Tiziano © Wikipedia

Otto von Habsburg: Carlos V. Un emperador para Europa

Carlos V (1500-1558) no llegó a ver cumplido su sueño de una Europa unida bajo un destino común. Otto von Habsburg, hijo del último emperador de Austria-Hungría traza su retrato político y humano en la biografía "Carlos V. Un Emperador para Europa" (Editorial EDAF).

El peso de la lengua española en el mundo

Fund. Duques de Soria e INCIPE
Madrid, 1995, 282 págs.

Mente y cerebro

José Luis González Quirós,
Mente y cerebro
Iberediciones, col. Parteluz 5
Madrid, 1994, 329 págs.

Vigencia de Rimbaud

Rimbaud fue el genio, el creador cenital que rompió moldes, quebró estereotipos y alumbró un discurso cuya radicalidad no ha sido superada; es, en cualquier caso, la poesía en grado máximo: el oficio de la palabra ejercido con rigor absoluto hasta restituir al poeta su condición originaria de oráculo, de vidente, que aspira a definir "la cantidad de lo desconocido que se despierta dentro del alma universal".

Juan-Eduardo Cirlot

Juan-Eduardo Cirlot (1916-1973) es uno de los poetas en lengua castellana más interesantes del siglo xx. Le pasó lo mismo que a Cavafis y a Pessoa: tuvo que morirse para que los estudiosos empezaran a valorar su poesía, oscurecida por su tarea como crítico de arte, que fue muy aplaudida en el tiempo que le tocó vivir. Discípulo del musicólogo y etnógrafo Marius Schneider -el célebre autor de El origen musical de los animales-símbolos en la mitología y la escultura antiguas (Barcelona, CSIC, 1946) y de La danza de espadas y la tarantela (Barcelona, CSIC, 1948)-, Cirlot paseó por Cataluña y por España el brillo de unos ojos lúcidamente alucinados, haciendo gala en todo momento de un envidiable sentido de la independencia y de una aristocracia de espíritu poco frecuente en estos días.Sea en rotundos endecasílabos castellanos, sea en permutaciones gráficas o aliteraciones fonéticas de gusto arcaico y vanguardista a la vez, Cirlot continúa en sus versos el camino trazado por el antiguo bardo céltico, un camino de amor y de belleza "para la nada y donde nunca". Son caracteres rúnicos los suyos, surgidos de no sé cuál hechizo antiquísimo que los fijó desde el principio al metal o a la roca, asegurando así su permanencia. Cada letra reclama su pasado ideográfico y pictográfico, un pretérito sacro de espadas, cruces góticas y dragones. Entre los escasos, pero magníficos, poemas de "línea clara" de Cirlot figura el que ofrezco a continuación; puede leerse en Poesía 1966-1972, edición de Leopoldo Azancot, Madrid, Editora Nacional, 1974, páginas 128-129.MOMENTOMi cuerpo se pasea por una habitación llena de libros y de espadas y con dos cruces góticas; sobre mi mesa están Art of the European Iron Age y The Age of Plantagenets and Valois, aparte de un resumen de la Ars Magna de Lulio.Las fotografías de Bronwyn están en sus carpetas, como tantas otras cosas que guardo (versos, ideas, citas, fotos).Si ahora fuera a morir, en esta tarde (son las 6) de finales de mayo de 1971, y lo supiera de antemano, no me conmovería mucho, ni siquiera a causa del poema «La Quete de Bronwyn» que está en imprenta.En rigor, no creo en la «otra vida», ni en la reencarnación, ni tengo la dicha (menos aún) de creer que se puede renacer hacia atrás, por ejemplo, en el siglo XI.Sé que me espera la nada, y como la nada es inexperimentable, me espera algo no sé dónde ni cómo, posiblemente ser en cualquier existente como ahora soy en Juan-Eduardo Cirlot.Mi cuerpo me estorbaría y desearía la muerte -¡ah, cómo la desearía!- si pudiera creer en que el alma es algo en sí que se puede alejar e ir hacia los bosques estelares donde el triángulo invertido de los ojos y boca de Rosemary Forsyth me lanzaría de nuevo a la tierra de los hombres, porque en esta vida no he sabido o no he podido trascender la condición humana, y el amor ha sido mi elemento, aunque fuese un amor hecho de nada,...

Historia de la Iglesia en España

Gonzalo Redondo,
Historia de la Iglesia en España 1931-1939
(Tomos I y II)

Ediciones Rialp
Madrid, 1993,671 págs.

El quark y el jaguar

El quark, la partícula de átomo de la que están formadas las demás partículas, fue descubierta por Murray Gell-Mann. En su libro "El quark y el jaguar", explica de una forma sencilla y accesible nociones básicas de la física, y por qué esta disciplina es, al mismo tiempo, tan compleja y tan simple.

Glosario de arquitectura defensiva medieval

El libro "Glosario de arquitectura defensiva medieval" de Luis de Mora-Figueroa es, en opinión de Valentín García Yebra, un excelente catálogo de palabras que resultan oscuras para la mayoría de lectores que se topan con ellas en textos históricos o literarios.

Sueños en el umbral

Fatima Mernissi fue una figura destacada del feminismo islámico. En sus memorias "Sueños en el umbral", rememora su infancia, las figuras de mujeres por las que estuvo rodeada y el estilo de vida al cual estaban relegadas. Ello permite comprender el desarrollo posterior de su obra, en la cual cuestionó el sistema en el que creció.

Historia y política

Se observa una significativa diferencia entre izquierda y derecha a la hora de utilizar políticamente la historia. Los socialistas adoptan así un aire de seguridad y confianza, aparentemente persuadidos de moverse en un terreno que les es favorable. El centro y la derecha, por el contrario, muestran una gran timidez, y tanto Suárez, como Calvo Sotelo o Aznar han preferido eludir las referencias históricas.

Un hombre con atributos

Este hombre austríaco, nacido en 1880, se puede considerar como un pesimista nato, si bien de una gran lucidez. Amaba la noche porque, en su opinión, carece de enigmas y porque uno se hace compañía a sí mismo. Este hombre decía que el ser humano es cosa bien precaria porque edifica su vida en el vacío. El trauma de la gran guerra (1914-1918) le había afectado de manera definitiva. Él afirmaba que "los cinco años de esclavitud de la guerra me han arrebatado la mejor parte de mi vida". Este hombre poseía el instinto de distinguir entre el moralista y el ético, pues no en balde contaba con una sólida formación: el Instituto Politécnico, después completa sus estudios filosóficos y, por fin, se convierte en ingeniero, como su padre. Ferviente antimilitarista, a este hombre solo le interesaba el contexto de sus pensamientos y sentimientos. Y decía: "el dolor espiritual es como una herida en el corazón". En sus demorados paseos por las orillas del Prater padecía su inseguridad nerviosa y sentía miedo del miedo. Pero cuando se ponía a escribir este hombre lo hacía con una tremenda frialdad e indiferencia. Sobre todo con una enorme lucidez, tanto respecto a lo individual como a lo colectivo. Veía el riesgo que implicaba el que una sociedad, la suya, se adentrara en la soberanía absoluta de la rutina y en la masificación indolente frente a cualquier cuestión moral. Este hombre se consideraba, en cuanto individuo, un revolucionario y, en política, un evolucionista. Pero rara vez este hombre se introducía por el sendero del optimismo, puesto que tenía como máxima una frase estremecedora: todo ser humano es el cementerio de sus propios pensamientos. Y llegó a manifestar que "en las culturas decadentes, la autenticidad se torna superflua, inconveniente y perjudicial". Este hombre era un obseso del trabajo bien hecho, por considerar que forma parte de la necesaria armonía. De ahí que sus textos novelescos no expliquen, sino impliquen. Y el primero de sus deberes era "su" literatura; solo ponía energía en lo que elegía, con un rabioso deseo de claridad expresiva. De temperamento linfático y melancólico, este hombre taciturno se empeñó en ser escritor, alejándose de la psicología freudiana, con unos criterios disciplinados y estrictos, pero sin pluma fácil y rápida. Algunos lo han comparado con Proust. Escribía con pasión y dejó de ser bibliotecario e ingeniero a las primeras de cambio. Algo indeciso, y sabiendo que su formación intelectual tenía determinadas lagunas, escribió diez manuscritos de las doscientas primeras páginas de su gran obra. Obstinado, enérgico y poco accesible, como su abuelo paterno, este hombre consideraba la literatura como una interpretación de la vida, el combate por una naturaleza moral más elevada de la que iba encontrando a su paso. Y se proclamaba un furioso anti-Thomas Mann, del que no comprendía su éxito y a quien odiaba. Jamás creyó en el progreso, sino en la ascensión. Tal vez por ello varias editoriales le devolvieron su primera novela corta. Quizá también porque ocultaba la cabeza...

Jorge Luis Borges

Vuelve el tema de España a la poesía española actual, cuando falta ya poco para las celebraciones de 1998. Cien años después, necesitamos igual o más que entonces de un ideario regeneracionista para seguir creyendo en un país que los falaces nacionalismos de vía estrecha han pretendido en vano borrar del mapa. A las usuales reivindicaciones de algunas de las tribus peninsulares alegando que el prestigio de su cocina o la antigüedad de su literatura vernácula exigen a la corta o a la larga un status de independencia, suelo yo responder con aquello (que cada vez nos pasa a más españoles) de que uno no sabe qué es España hasta que ha paseado por las Siete Calles de Bilbao o ha visitado el mercado barcelonés de Sant Antoni en busca de cromos o tebeos. Jorge Luis Borges es uno de los grandes maestros de la "línea clara" en la poesía del siglo XX. Eso es, creo yo, bastante obvio. Como obvia es la deuda que los mejores poetas españoles de este fin de siglo han contraído con la escritura del argentino. Pues bien, incluso Borges crea jurisprudencia poética en el tema de España con un bellísimo poema escrito en 1964, publicado en las páginas 195-196 de su libro El otro, el mismo (1969) y titulado "España", así, a secas, como el mío incluido en El otro sueño ( 1987) y que también ofrezco, a continuación del de Borges, para darle confianza a un país en peligro, pero con vocación histórica y moral de no hacerse pedazos. ESPAÑA Más allá de los símbolos, más allá de la pompa y la ceniza de los aniversarios, más allá de la aberración del gramático que ve en la historia del hidalgo que soñaba ser don Quijote y al fin lo fue, no una amistad y una alegría sino un herbario de arcaísmos y un refranero, estás, España silenciosa, en nosotros. España del bisonte, que moriría por el hierro o el rifle en las praderas del ocaso, en Montana, España donde Ulises descendió a la Casa de Hades, España del ibero, del celta, del cartaginés, y de Roma, España de los duros visigodos, de estirpe escandinava, que deletrearon y olvidaron la escritura de Ulfilas, pastor de pueblos, España del Islam, de la cábala y de la Noche Oscura del Alma. España de los inquisidores, que padecieron el destino de ser verdugos y hubieran podido ser mártires, España de la larga aventura que descifró los mares y redujo crueles imperios y que prosigue aquí, en Buenos Aires, en este atardecer del mes de julio de 1964, España de la otra guitarra, la desgarrada, no la humilde, la nuestra, España de los patios, España de la piedra piadosa de catedrales y santuarios, España de la hombría de bien y de la caudalosa amistad, España del inútil coraje, podemos profesar otros amores, podemos olvidarte como olvidamos nuestro propio pasado, porque inseparablemente estás en nosotros, en los íntimos hábitos de la sangre, en los Acevedo y Suárez de mi linaje, España, madre de ríos y de espadas y de multiplicadas generaciones, incesante y fatal. J. L. B. ESPAÑA Es un lugar muy triste que ha prohibido los héroes y ha dejado pudrirse las rosas del escándalo. Siempre he vivido en él. No sé si en otra...

Necesidad de lo efímero. Novelas de quiosco del primer tercio de siglo

En la opinión de Juan Olmedo, las grandes verdades esenciales para la filosofía, la religión o la historia le quedan grandes a la literatura. Al revisar la colección de publicaciones literarias de comienzos del siglo XX, como "La novela de una hora", el autor reflexiona sobre la importancia de publicaciones que permitan la convivencia de autores de distintas tendencias, generaciones e ideologías. Reconoce el carácter efímero de la literatura, al encontrarse con las obras de autores que han sido olvidados en el camino. Sin embargo, ello es una consecuencia inevitable de un espacio de discusión y reflexión, donde siempre pueden aparecer nuevas ideas.