«El húsar sobre el tejado»: Entre el contagio universal

El tema del contagio universal no es nuevo en la literatura. Lo abordan, entre otros, Sófocles, Tucídides, Defoe, Manzoni, Mann, y Albert Camus con "La peste". El francés Jean Giono (1895-1970) recurre al cólera en la novela "El húsar sobre el tejado".

Mantener en pie una memoria

Las cosas guardan memoria de hombre: toda esa realidad que llamamos "patrimonio histórico-artístico" no es primordialmente un "tesoro" o una "posesión" decorativa, sino el único suelo sobre el que podemos poseer una identidad y sentirnos parte de una herencia común con otros hombres.

Una biografia sin Quincalla

F. Abadie et J. P. Corcelette
Georges Pompidou,
1911-1974
Le désir et le destin

Editions Balland
París, 1995, 461 págs.

Crónicas de la Ermita, 1946

BIELO Y LAS GACELAS (viernes 30 de agosto). Cuentan hoy los papeles que, allá, en los Estados Unidos y en su parte selvática y salvaje -porque la hay, pese a quienes se figuran que todo, en aquellas tierras, es Quinta Avenida-, ha  sido encontrado  por  unos  cazadores un muchacho alalo, que, desnudo y con el cuerpo cubierto de pelo, vivía en común con las gacelas ... Monstruo marino, de los de la ayer consabida tradición periodística  estival, no será esta vez. Porque  de un setenario a esta parte, en punto a noticiones y en punto a monstruos, la realidad viene dándole quince y raya, en verano como en invierno, a la más abracadabrante fantasía.Sin embargo, el detalle de que ese Mowgli o Tarzán de nuevo cuño "corre lo mismo que las gacelas", Bieló, el malicioso amigo de la Ermita, no se lo acaba de tragar. No sé en virtud de qué linaje de zoométrica, asegura que, si le hubiesen dicho que corría como un caballo, bueno. Pero que el imaginarle veloz como una gacela ha de ser tan bola como el figurarse que es raudo como una perdiz.Probablemente, un docto en la morfología animal dijera lo mismo, desde el punto de vista de la estructura de las extremidades. Pero Bieló no se funda en razones anatómicas, sino en las psicológicas. Más que negar que el hombre pueda correr tanto, lo que a él le parece imposible es que el hombre pueda tener tantas ganas de correr. Desde la posición de su pereza inveterada, tanta diligencia se le antoja contra natura. Para esforzarse así, piensa Bieló, ha de estarse en ambiente deportivo, y con público, y con operadores de film, y con Prensa, y con copas para premio del vencedor. Si no, ¿con qué objeto?... Bieló sabe que el mundo es redondo y que, aunque sea para huir, si se huye mucho, mucho, la fija es el volver a darse de bruces con el peligro de que se huyó.El mundo, para Bieló, está hecho a imagen de un tío-vivo. Dios le libre, a Bieló, de montarse en un  tío-vivo.  "¿Para -reflexiona- dar tantas  vueltas,  y  marearse,  y  quedarse,  al  fin,  con  dos  reales  menos en el mismo  sitio de donde  se salía?"Quiere decir que la celeridad de las gacelas no le interesa. Ni las facultades del monstruo encontrado en los Estados Unidos.De las primeras, lo único que preguntó, cuando le hablaron por primera vez de su existencia, es si se podían comer. Y apostaría algo a que, sobre el segundo, ha estado a pique de preguntar lo mismo.ANGELOFANÍA (sábado 31 de agosto). Que cada cual tome de mi palabra lo que quiera. O lo que pueda. Yo, con ser creído y entendido por tres o cuatro limpios de corazón, tan contento.He sentido anoche la presencia corpórea del Angel de la Guarda. Corpórea, física, digo. Y no, por apariencia visual. No, por alucinación auditiva. No, por ilusión táctil. Ni he debido tampoco deducirla por sus efectos, según me digo que hay...

Historias de unos textos

Durante diez preciosos años tuve la gracia de colaborar con Jorge Luis Borges en el dictado de infinitos textos y en las traducciones de las Fábulas de Robert Louis Stevenson, los poemas de Hermann Hesse y de apuntes de Lewis Carroll. Esta intimidad me agigantó la personalidad, conocida por todos de nuestro escritor. En su vida ordinaria, Borges aún era más maravilloso que en sus manifestaciones públicas. Se divertía recreándose a sí mismo hasta en el más ínfimo acto y, al hacerlo, nos asombraba. Generoso conmigo, me brindó esa consideración rotunda que tan solo los grandes hombres cimentados en la vida pueden otorgar.Tuve el doloroso privilegio de anotar el último poema que me dictara en Buenos Aires, antes de partir pata siempre; tal vez no sea casual que lleve como título una fecha: 1985.En cuanto a los textos en prosa: en cierta ocasión, una Editorial de Buenos Aires le propuso escribir el prólogo de un libro de promoción turística que llevaría el prometedor y encantador título de "La maravillosa Argentina". Borges accedió y, casi sin corregirlo después, me dictó ese texto que estipula tan bien a nuestro país, pero que a la vez, por su contenido, desalentó para siempre a los empeñosos editores. El otro inédito, "Nota de un mal lector", me fue entregado por un periodista cubano el pasado año. El texto fue dictado por Borges a su madre, doña Leonor Acevedo, y únicamente fue publicado en 1955 en la revista literaria Ciclón, de La Habana, que dirigía José Rodríguez Feo.A Julio Cortázar le conocí en París a fines de los años sesenta. Más tarde, cuando visitó el difícil Chile de Salvador Allende, en una noche inolvidable, cenamos en mi casa de Santiago, cuando yo era corresponsal allí de un diario de la Argentina. Su personalidad tan particular, tan llena de brillantes contradicciones, tan apasionada, brindó al mundo de la literatura uno de sus más carismáticos creadores. Cortázar, exiliado eterno, exiliado de la injusticia de los hombres, nunca estuvo conforme y así lo hizo saber en todos sus escritos; sólo el humor le mitigó en algo tanta desesperación. Nadie como él supo sacar provecho de la minucia de lo doméstico. Los dos artículos me fueron enviados por él mismo cuando coordiné la sección americana de "Grandes Firmas" para la Agencia

Los cientificos somos gente honrada

Federico Di Trocchio
Las mentiras de la ciencia. ¿Por qué y cómo engañan los científicos?
Alianza Editorial
Madrid, 1995,469 págs.

Los poetas dan voz a la realidad, es decir, a la belleza

Compartimos la entrevista que Julio Martínez Mesanza le hizo al poeta y prosista José Antonio Muñoz Rojas, en donde también participó Luis Alberto de Cuenca.

Valor, visión estética y responsabilidad

La unidad de toda visión estética no es una unidad sistemática y significativa, sino una auténtica unidad arquitectónica dispuesta en torno a un concreto centro de valor que es posible pensar, ver, amar. Se halla el hombre justo dentro de ese centro y todo en este mundo solo adquiere significado, sentido y valor si se pone en relación con el hombre, en cuanto elemento humano.

George Santayana y Eugenio D´Ors, Roma 1946

Los textos que aquí se reproducen son las glosas que Eugenio d'Ors publicó en Arriba los días 6, 7 y 8 de diciembre de 1946 bajo los respectivos títulos de "Filósofos y profesores ", "Santayana" y "Seguimos con Santayana". Se incluyen además la glosa "Son gustos", del 20 de abril de 1947, en la que d'Ors comenta su lectura de las memorias de Santayana y evoca algunos detalles de su visita, y la parte principal de la nota "En la muerte de Santayana", que publica d'Ors el 5 de octubre de 1952, seis días después del entierro del insigne filósofo pragmatista en la Tomba degli Spagnoli del cementerio Del Verano de Roma.

Los intelectuales y la guerra civil

La cultura no es de nadie: si acaso, de seres desdichados que tienen en común, por encima de ideologías y posturas políticas, la generosidad y limpieza de corazón de los verdaderos escritores, artistas e intelectuales: es una tristeza que se haga política con ellos cuando están muertos.

Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y naturales, Vocabulario cientifico y tecnico

Raro es el día en que no aparece en los periódicos alguna noticia o artículo sobre temas científicos, y quizá sea éste uno de los factores que más ha influido en la difusión -en la vulgarización, podríamos decir-, de este tipo de vocabulario. Así, términos que hasta ahora no podían considerarse como pertenecientes al acervo lingüístico del hablante común, como "bilirrubina", "supernova", "efecto Doppler" o "péndulo de Foucault", por señalar solo algunos ejemplos, han pasado en poco tiempo a formar parte del léxico cotidiano. Y es que el léxico científico está de moda.Pero... ¿qué léxico científico? En un número reciente de NUEVA REVISTA se publicaba la reseña del libro El peso de la lengua española en el mundo, editado por el Marqués de Tamarón; en ella se resaltaba como nota negativa que el español, "lengua de primera magnitud, internacional en el sentido estricto del término", se utiliza cada vez menos para hablar y escribir sobre la ciencia y la técnica.El léxico evoluciona con enorme rapidez, especialmente en esta época de progresos tecnológicos y de desarrollo de los medios de comunicación, porque, al fin y al cabo, está obligado a avanzar al ritmo que le marca la realidad extralingüística: cada adelanto científico, igual que cada nuevo deporte y hasta cada prenda de vestir, necesita un nombre y, como en la mayoría de los casos esas nuevas realidades provienen de países con lenguas distintas a la nuestra -de la inglesa, sobre todo-, se nos presentan a través de los medios de comunicación en su idioma de origen: y antes de que tengamos tiempo para pensar y decidir una traducción o una adaptación adecuada del término ya se han asentado en nuestra lengua: en muchos casos se compenetran tanto con ella que enseguida empiezan a "procrear" nuevos términos, siguiendo los mecanismos normales de derivación, composición, etc. De esta forma, gol ha originado golear, goleada, goleador, golazo... Hablamos de la whiskería o de la yogurtera, y hasta conjugamos tranquilamente los verbos dopar o deletear, cosa que ya es más grave, teniendo como tenemos "drogar" y "borrar".Naturalmente, ni un diccionario de uso ni mucho menos el de la Academia Española pueden hacerse cargo de todas las novedades léxicas que, muchas veces de manera ocasional, irrumpen en nuestra lengua; de ahí el auge cada vez mayor de los diccionarios especializados que intentan cubrir estas lagunas. Y qué duda cabe que uno de los campos más necesitados de aclaración y normalización es el del vocabulario científico y técnico, tarea ésta que por derecho propio corresponde a la Real Academia de Ciencias.En 1983, la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales publicó la 1ª edición de un Vocabulario científico y técnico que intentaba empezar a rellenar esa laguna que se advertía en nuestro léxico. En 1990 se publicó la 2ª edición, corregida y muy aumentada, que incluía unos 35.000 términos.Ahora ve la luz esta 3ª edición de la obra, que ronda ya las 60.000 acepciones e incorpora, como novedad principal, la equivalencia inglesa de cada voz...

Debilidades y miserias de la Unión Monetaria

No creo que la obra de Bernard Connolly sobre los problemas económicos y las intrigas políticas que han acompañado a todo el proceso de integración monetaria en la Unión Europea llegue tan lejos, afirma Francisco Cabrillo en esta reseña.

Mirador

José Alcalá-Zamora,
Nunca termina ayer
A-Z Ediciones
Madrid, 1994, 377 págs.


El gran Zoco de las Artes

Juan Manuel Bonet
Diccionario de las vanguardias en España (1907-1936)
Alianza Editorial
Madrid, 1995,

654 págs.

Jaime Gil de Biedma

El poema que acá presentamos, «Después de la muerte de Jaime Gil de Biedma» es, para Luis Alberto de Cuenca, el mejor poema de Jaime Gil de Biedma.

Dios, el hijo de María

Para la mayoría de los españoles, a pesar de confesarse católicos  e  incluso  "practicantes", el conocimiento del  Evangelio no pasa de ser una brumosa amalgama hecha de recuerdos de homilías más o menos tediosas o de lecturas infantiles o adolescentes. Pocos son los adultos que reconozcan haber practicado una lectura seria y constante del Nuevo Testamento, pese a constituir la piedra angular del conocimiento de su propia confesión religiosa.No deja de parecer extraño, si se piensa que las creencias han fundamentado desde siempre los votos o actitudes más diversas de los ciudadanos, a la hora de decidir sus grandes opciones políticas, sociales o económicas. Acaso nuestros compatriotas, a diferencia de otros fieles católicos, den por hecho que la fe es algo que se adquiere con el bautismo y que no es preciso cimentar ni alimentar. Y den por mucho menos eviden te la necesidad de vivir de modo acorde con ella. O bien acaso resulte demasiado difícil, en tiempos audiovisuales, el lenguaje forzosamente metafórico y fragmentario de los cuatro textos básicos adoptados por la Iglesia.Sea como sea, un escritor contemporáneo, doctor en Filosofía y en Derecho y autor de una importante obra literaria que abarca los géneros de la novela, ensayo, poesía y biografía, ha abordado la ingente tarea de realizar una muy minuciosa lectura de los Evangelios, para narrarlos a continuación de  manera hermosa y amena, en el intento de contextualizar las cuatro narraciones con la vida cotidiana en los tiempos de Jesús.Si repasamos el cánon tradicional de las "Vidas de Jesús", hallaremos, al ceñimos a los tiempos modernos y dejando de lado los piado sos relatos para niños, las  escritas por Papini, Renan, y, más recientemente por Saramago, que no han podido sustraerse a los grandes debates de su tiempo, ya fueran teológicos o versaran sobre las responsabilidades contraídas por la Iglesia fundada por Jesús de Nazareth con la vida colec tiva de los hombres en el tiempo que se escribieron.En el autor últimamente  citado, de tan alto mérito literario como los anteriores, topamos incluso con provocaciones del tipo de considerar a José un insolidario, poco menos que un "esquirol", por huir a toda prisa de Belén sin avisar al resto de los padres de niños menores de un año del  mensaje  comunicado  por el  ángel acerca de las intenciones de Herodes. Saramago realizó con toda evidencia una "lectura" que se quería desmitificadora  de la figura de Jesús, a la luz del materialismo histórico, y que resulta blasfema desde la ortodoxia cristiana.Bien. Digamos que Pedro Antonio Urbina, al  contrario, ha puesto por escrito el fruto de la lectura continuada de los Evangelios a lo largo de más de cuarenta años, a la sencilla luz de la fe en la Encamación de Dios en una Virgen y en sus enseñanzas posteriores a los hombres, respaldada por amplios conocimientos científicos en teología y filosofía, y poniendo en juego su habilidad en el trabajo de escritor. La enorme provocación de Urbina residiría a nuestro juicio en el título, que varía...

El espíritu de La Rábida

El legado cultural de don Vicente Rodríguez  Casado
Asoc. de La Rábida/Unión Editorial
Madrid,  1995, 1055 págs.


Conservative century

Conservative Century
The Conservative Party  since 1900
Oxford University Press Nueva York, 1994, 842 págs.


Contra Keynes and Cambridge

Friedrich A. Hayek,
Contra Keynes and Cambridge
Essays ana Correspondence

University of Chicago Press
Chicago, 1995, 269 págs.


Deux France

Dos pesos fuertes de la política y el pensamiento de la actualidad francesa dialo­gan en el libro "Deux France": Alain Minc y Philippe Seguin.