Martin Heidegger, «Ser y tiempo»

Una nueva lectura de "Ser y tiempo", un clásico del pensamiento del siglo XX y el escrito más relevante del filósofo germano Martin Heidegger (1889-1976), uno de los pensadores contemporáneos más influyentes.

Después de la galerna

Reseña literaria de "Apología pro Vita Sua" por J.H. Card Newman.

Una rara intensidad

Reseña literaria de "Poesías completas" por Paul Morand.

Inteligente y combativo

Reseña literaria de "La derecha. Un intento de destilación axiológica" por Aleix Vidal-Quadras.

Nova et Vetera

Reseña literaria de "Por fuentes y fronteras" por Luis Alberto de Cuenca.

Lenguaje político y retórica

Reproducción del texto de Paul Ricoeur "Lenguaje político y retórica".

Europa modera su paso

El pasado mes de junio tuvo lugar en Amsterdam una conferencia intergubernamental cuyo balance resultó modesto en comparación con las expectativas que en ella se habían puesto. El autor pasa revista a los acuerdos alcanzados y explica la necesidad de aprovechar esa ralentización de la construcción europea para lograr un verdadero proyecto común.

La génesis de «Retorno a Brideshead»

Sobre la novela más popular del escritor inglés Evelyn Waugh "Retorno a Brideshead", escrita en plena Guerra Mundial.

Del nueve al tres y me llevo una

La transformación de lo que a partir de ese momento te
rodeará es el símbolo de lo que te estoy diciendo, su prueba
del nueve, su regla del tres, la fehaciente demostración.

Fernando Sánchez Dragó

Con las cifras se llega a demostrar todo.
Thomas Carlyle

Fernando Lanzas

Sobre la poesía de Fernando Lanzas y una breve reseña de su biografía.

Evelyn Waugh, fragmentos inéditos de sus Cartas y Diarios

Selección de textos inéditos de Evelyn Waugh dentro de su colección "Cartas y diarios".

Eugenio d´Ors, La Vida Breve

De nuevo el verano, y con él, otro inédito de Eugenio d'Ors, escrito durante el verano de 1925 y publicado en la revista Blanco y Negro, dentro de la serie "La Vida Breve"."Calendario y Lunario. La Vida Breve", que d'Ors firmaba con el seudónimo "Un Ingenio de esta Corte", aparece por primera vez el 11 de enero de 1925 -"Incipit vita brevis..."-, y se prolonga hasta el 15 de marzo de 1931. Son más de cinco años de colaboración semanal casi ininterrumpida en el Blanco y Negro, habitualmente dentro de la sección "Gran Mundo. Crónica de la semana. Ecos varios de sociedad". Su contenido, intencionadamente frívolo, es un reflejo inteligente de la vida social y cultural de esos años. Por ella desfilan los personajes habituales del momento, y se da noticia de sus actividades, sus comentarios, pero siempre desde dentro, porque el autor es uno más de ellos y forma parte de ese juego social. Se hace referencia a temas muy diversos: las nuevas adquisiciones del Prado, los cursos y conferencias que se llevan a cabo en Madrid, las exposiciones, conciertos, la actividad teatral, la hípica o hasta la descripción detallada de los distintos tipos de tejidos populares españoles siguiendo la obra de Mildred Stapley.La vida madrileña del momento queda reflejada en las "hojas del carnet" -como a él le gustaba llamarlo- de "La Vida Breve". Pero este carnet no se limita a reflejar solo los acontecimientos de Madrid, ni de España, sino que lo acompaña en sus viajes —muy frecuentes— de los que nos quedan crónicas deliciosas.La selección que he realizado corresponde justamente a un viaje —unas vacaciones de verano durante los meses de agosto-septiembre de 1925—, que tiene un interés adicional para el conocimiento de la obra del autor; y es que estas "hojas" contienen el germen de lo que será años más tarde una de sus novelas: Sijé. Este personaje aparece por primera vez dentro de la obra de d'Ors en "La Vida Breve", y más concretamente en la crónica del 30 de agosto, donde desaparece o se le nombra por última vez el 25 de octubre —"¿qué estará haciendo nuestra Sijé a estas horas? Procuraremos no pensar más en ella. Desde luego ya no la nombraremos más"—. Son un total de ocho crónicas de las que, por razones de espacio, reproducimos únicamente las seis primeras -hasta el 11 de octubre inclusive—, que son las que constituyen el núcleo fundamental de este relato.Tres años después (entre 1928 y 1929), Eugenio d'Ors escribe una serie de 67 glosas, ya bajo el título de "Sijé", que se publican en el diario barcelonés El Día Gráfico.  Posteriormente, con motivo del centenario del nacimiento del autor, Carlos d'Ors editará estas glosas en forma de libro (Editorial Planeta, Barcelona, 1981).Sijé forma parte, junto con La Bien Plantada, Gualba, Cartas a Tina, y otros apólogos, de la serie denominada "Las Oceánidas"; título que según  su autor, en una nota a la primera edición castellana de su fardin Botánico, "alude a la función...

Ludwig Wittgenstein y la ética del «Tractatus»

Nos habla acerca de El Tractatus, que no es un libro de ética sino sobre lógica. Pero más que un libro de lógica, resulta ser na obra fundamental del pensamiento ético.

Muy bien filmadas

Los que somos aficionados a los relatos adquirimos cierta deformación que nos lleva a ir siempre buscando sorpresas: una historia inesperada, un giro inaudito, un golpe de efecto. Pero esta deformación trae consigo cierta complejidad en el gusto, un afán de encontrar personajes rebuscados o finales artificiosamente originales. Y poco a poco podemos alejarnos de la realidad cotidiana, de esos fascinantes e increíbles personajes con los que nos cruzamos cada día por la calle. Los veintiún cuentos que se recogen en este primer libro de Carlos Cebrián suponen, en este sentido, una refrescante y acertada terapia. Los protagonistas que se asoman en estos cuentos son personajes corrientes, con su sabiduría popular, con sus grandes o pequeños problemas, con sus amores y sus vados. Un zapatero psicólogo, un fotógrafo que recobra su pasado, un pescador que aún cree en la dignidad, un tabernero que hace de su trabajo un arte, un niño ciego que le enseña a mirar a un adulto que va demasiado de­ prisa, un viudo que ya no sabe vivir so­ lo, una pareja mayor que se reencuentra, unos rateros con un resto de corazón... todos ellos son perfilados con breves y certeros trazos, y casi se podría decir que están fotografiados en la pos­ tura más característica y conmovedora de sus almas. Y en tres, cuatro o cinco páginas, el autor nos presenta a un nuevo personaje que pasa a engrosar la galería de nuestros afectos, el horizonte de nuestro mundo interpretado. El lugar por donde merodean los protagonistas de estas historias es la tierra de la autenticidad. Todos buscan algo que haga real su existencia, aquello que convierta la vida que viven en "su vida'', el rostro que tienen en "su rostro", la gente con la que conviven en "su gente". En un mundo anónimo, donde todos nos sentimos un caso más de lo mismo, que un libro despierte y subraye esa genialidad irrepetible que esconde cada ser humano -sean cuales sean sus circunstancias personales- resulta una eficaz llamada al optimismo. Lo que más destaca de estos relatos no es la escritura en sí: no se busca esa perfección formalista que tantas veces distrae de lo esencial. A veces, incluso, parecen escritos con excesiva espontaneidad y despreocupación. Lo que le importa al autor no es la brillantez, si­ no la carga significativa de las historias, la sutil imaginación que da vida a los personajes. Las situaciones, los comentarios, las emociones, ahí se encuentra el centro de atención, lo que realmente interesa. Lo que se dice en cada relato aparece en aquello que se esconde, está medio insinuado, y por eso el lector debe filmar en su imaginación las escenas del cuento. El estilo directo, cargado de ex­ presiones callejeras y de esas ocurrencias (retazos ...

Memoria y palinodia

Hace años corría en los cenáculos culturales y periodísticos de París una tajante y divertidaboutade. "a los libros de Revel les sobran siempre cien páginas". Estas memorias del conocido ensayista desmienten parcialmente esta maligna afirmación. En realidad, no son cien sino trescientas las páginas que sobran en este compacto volumen que roza las seiscientas cincuenta.¿Significa esto, por fortuna, que no valga la pena zambullirse durante varios días en esta prosa espesa y contudente? Habría que matizar. Revel es un peso pesado de la cultura francesa, un polemista temible y un hombre de convicciones, de modo que cualquier libro suyo, aunque parezca excesivo,  debería compensar el esfuerzo, entre  otras razones porque casi siempre produce una sana reacción a favor o en contra de sus propuestas.Tras haber transitado por los caminos de la filosofía, el periodismo, la teoría política, la literatura, el arte y la gastronomía, Revel ha querido bucear 0en su propia biografía. Tentativa un tanto fallida, hay que decirlo, porque difícilmente evita un obstáculo con el que inevitablemente chocan los autores de este tipo de libros: la memoria se convierte en justificación o en... palinodia. La mayoría de los memorialistas utilizan la tribuna de sus recuerdos para mirar hacia atrás sin ira ni remordimiento. Estas Memorias no son una excepción, aunque tanto la calidad del autor como su capacidad de análisis le impiden caer en el simple y llano ejercicio de autosatisfacción que caracteriza a producciones semejantes de políticos, banqueros, futbolistas o diplomáticos.Jean-François Revel ("Revel" es, en realidad, un pseudónimo inspirado en un restaurante parisino) desgrana en los primeros capítulos de estas Memorias su infancia en Marsella, sus estudios -brillantes- en París, su militancia  en la Resistencia y en la secta de Georges Ivanovitch GurdjiefF, un charlatán ruso hoy completamente olvidado pero que tuvo notoriedad e incluso influencia intelectual en la postguerra europea. Tal vez sea esta parte la más interesante del texto, junto con la narración, sucinta, de su experiencia pedagógica en Argelia, México e Italia.El regreso a Francia y la incorporación del autor a la vida parisina coinciden con un descenso en picado del interés objetivo del libro, máxime cuando el lector no forma parte de la "inteligencia" parisina o no tiene un conocimiento exhaustivo de los dimes y diretes del mundo cultural franco-francés.Resulta, en efecto, un tanto sorprendente que un autor sobre cuyo cosmopolitismo y extensa cultura existen pocas dudas haya sido incapaz de describir el ambiente -poco parisino, por lo demás- en el que se desarrolló su propia vida y que las referencias al universo exterior (exterior a Francia, quiero decir) resulten tan tenues como tediosas. Obras como Ni Marx ni Jesús, La tentación totalitaria, El conocimiento inútil o La recuperación democrática serían inexplicables sin una profunda reflexión sobre las realidades extra- francesas, una dosis considerable de curiosidad y cierta capacidad para superar la visión provinciana del mundo que, ay, caracteriza en buena medida a la clase intelectual gala. Asombra, por ejemplo, que Revel dedique casi cien páginas a su experiencia como director del semanario...

Tres reglas para leer bien en verano

Trata de las tres reglas para leer bien en verano, que son: "No te fíes de las apariencias", "escoge páginas que te transporten a escenarios contrarios a los que te encuentras" y "el verano es el momento ideal para leer lo que desrprecias".

Jardiel Poncela en sus cartas a López Rubio

Hace referencia a las cuatro cartas que escribía Jardiel Poncela a su amigo López Rubio, cuando ve venir la muerte a él.

Segunda Antología

Nos habla de una antología que figuran en ella seis poetas: Miguel dÓrs, Abelardo Linares, Lorenzo Martín del Burgo, Julio Martínez Mesanza, Amalia Bautista y Roger Wolfe.

El alma en armas

Del libro "Las trincheras" escrito por Julio Martínez Mesanza.

De verdad eran liberales

Luis Arranz reseña el libro del columnista español, José María Marco, bajo el título "La libertad traicionada. Siete ensayos españoles", publicado en 1997, por la editorial Planeta.